domingo, 2 de diciembre de 2012

Magic Mike

Honestamente no sabía que esperar de Magic Mike. ¿Un melodrama semi-biográfico ubicado en el sórdido mundo del "strip tease" masculino, y además dirigido por Steven Soderbergh? En el mejor de los casos podría ser una continuación temática de The Girlfriend Experience (la humanización de "objetos sexuales"); en el peor de los casos, una pretenciosa versión masculina de Showgirls (lo cual tendría enorme potencial para generar risas involuntarias). Para bien o para mal la película resultó ser una combinación de ambos enfoques, y aunque me pareció demasiado larga y superficial, supongo que está suficientemente bien realizada para ofrecernos un rato de mediano entretenimiento... con atractivo adicional para las damas (y para algunos caballeros, desde luego).

El epónimo Magic Mike (Channing Tatum) es un "bailarín exótico" que trabaja de noche deleitando a cientos de mujeres con sus sensuales rutinas en un club administrado por el excéntrico Dallas (Matthew McConaughey). Pero durante el día es un astuto empresario con grandes planes para la fortuna que está ganando en billetes arrugados. Entre sus múltiples negocios tiene un pequeño equipo de construcción, y ahí es donde conoce a Adam (Alex Pettyfer), un atractivo adolescente con cuerpo de atleta pero sin rumbo o ambición en la vida. Entonces, casi sin darse cuenta, Mike lo introduce al mundo del baile, y a través de sus ojos vamos conociendo las interioridades de ese curioso negocio, mientras pasa de inseguro novato a estrella arrogante que quizás no sabe distinguir la línea entre su oficio y su vida real. Mientras tanto Mike trata de establecer su futuro lejos de los escenarios, aunque la naturaleza de su trabajo hace casi imposible que la gente "normal" lo tome en serio.

Supuestamente basada en las experiencias reales del actor Channing Tatum, Magic Mike funciona mejor como lección didáctica que desmitifica el estigma del "strip tease" masculino, presentándolo como un trabajo inusual en su forma, pero típico en sus retos y oportunidades. Claro, no mucha gente gana dinero sacudiendo la pelvis enfrente de "cougars" histéricas, pero el entrenamiento, dedicación y disciplina son tan esenciales para el éxito como en cualquier otra ocupación. En otras palabras, no todo es músculos, "body oil" o tener el disfraz apropiado para cada ocasión. Y, claro, Steven Soderbergh no escatima el número de rutinas y bailes que presenciamos, ya sean con Tatum, con su protegido interpretado por Alex Pettyfer, o con Matthew McConaughey mismo, cuya exuberante personalidad parece perfecta para el espectáculo, ya sea como divertido maestro de ceremonias o como bailarín que toma muy en serio su misión de "cumplir las fantasías de mujeres atrapadas en matrimonios infelices".

Desafortunadamente Magic Mike no me pareció tan entretenida como simple relato de "lucha por el éxito". Me gusta que Soderbergh haya mantenido un tono sobrio y realista, evitando el "kitsch" de la mencionada Showgirls o el forzado melodrama de Burlesque; pero, a fin de cuentas, la historia de Mike y Adam no es tan interesante una vez que la separamos de su inusual entorno. Peor aún, la mayor parte de los personajes tienden a ser insípidos e inexpresivos, con pocos atributos (psicológicos) que los hagan memorables o fascinantes. Las únicas excepciones quizás sean McConaughey y Cody Horn en el papel de Brooke, hermana sobre-protectora de Adam, que desconfía inmediatamente del fulano que reclutó a su hermano para desnudarse en público. No son actuaciones particularmente notables, pero al menos muestran más energía y profundidad que las de los protagonistas. Por otro lado (¿cómo diré esto sin dar la impresión equivocada?) me gustó el desempeño físico de Channing Tatum, quien realiza algunas rutinas realmente atléticas sin beneficio de dobles o trucos de cámara (creo). Y sin duda aprecié el estilo visual de Soderbergh, usando sus acostumbrados filtros de color para complementar un lenguaje cinematográfico frío y distante (literalmente), casi exento de close-ups excepto cuando hacen falta para acentuar las emociones.

Entonces, el tema me pareció más interesante que la trama; y siento que dos horas fue demasiado para contar una historia tan simple y monótona. Sin embargo el trabajo de Steven Soderbergh siempre vale la pena, así que debo darle una modesta recomendación a Magic Mike por su loable intención y logros artísticos, aunque fracase parcialmente como mero entretenimiento. Habiendo dicho eso, sé que el punto clave para atraer al público no será la profundidad narrativa ni la integridad dramática, sino el más obvio "atractivo visual", que sin duda es abundante. Cada quién sabrá lo que busca, y están en su perfecto derecho. Por mi parte, quiero ver qué otra rama del "cine B" abordará Soderbergh en su siguiente "capricho creativo". ¿Estará muy lejos una cinta "slasher"? Espero que no; francamente prefiero un asesino enmascarado que un trasero aceitado.
Calificación: 6.5

3 comentarios:

KRISTA dijo...

PUES A MI ME ENCANTO :), PERO NO TE DIO VERGUENZA ENTRAR AL CINE A VERLA?

Anónimo dijo...

La película malísima, la verdad si la iría a ver solo por el atractivo visual, y aun no soy tan cougar ja.

Carmen Sanchez

Pablo del Moral dijo...

Krista: En efecto, ese era mi temor cuando la vi anunciada... pero confieso que hice trampa. Magic Mike ya tiene un par de semana en "Video On Demand", así que pude verla en la comodidad de mi casa. Estuvo un poco cara por ser estreno (13 dólares), pero los pagué con gusto para evitar las miradas acusadoras de los empleados del cine y de los demás asistentes ;-) Gracias por preguntar y saludos!

Carmen Sánchez: No creo que sea necesario ser "cougar" para apreciar los bailes ;-) Saludos y suerte!